Meghan Markle sonriendo y saludando con signos de exclamación rojos al fondo

Meghan Markle confiesa toda la verdad y da donde más duele a la familia Windsor

La duquesa de Sussex reaparece en redes con un gesto hacia Harry que reabre tensiones en la familia real británica

Los últimos días han estado marcados por una sucesión de emociones para el príncipe Harry. Su regreso al Reino Unido coincidió con el aniversario de la muerte de Isabel II, un momento cargado de simbolismo. Además, se produjo un esperado encuentro con su padre, el rey Carlos III, que ha sido interpretado como un paso hacia la reconciliación.

Después de aquel viaje, el duque de Sussex celebró su cumpleaños en compañía de su familia. Entre las múltiples felicitaciones que recibió, destacó la de Meghan Markle, que volvió a utilizar las redes sociales para mostrarle públicamente su apoyo. Su gesto generó debate en Reino Unido, sobre todo porque la Casa Real guardó silencio y no compartió ninguna felicitación.

Meghan Markle y el príncipe Harry vestidos de manera formal, ambos sonriendo y caminando juntos, ella está saludando con la mano.
Meghan felicitó a Harry con una foto de su etapa militar | Europa Press

El mensaje que incomoda a los Windsor

El pasado 15 de septiembre, Meghan Markle felicitó a su marido con una publicación en Instagram que atrajo todas las miradas. “Oh, hola, cumpleañero”, escribió la duquesa, acompañando el mensaje con un emoji de fuego y una fotografía del príncipe Harry vestido de piloto militar. 

Tras el esperado encuentro con el rey Carlos III, todas las miradas se dirigieron a las redes sociales de la Casa Real británica. Muchos esperaban una felicitación pública al príncipe Harry en un día tan señalado, pero esa mención nunca llegó. La ausencia del mensaje sorprendió a los seguidores de la monarquía y alimentó aún más las especulaciones sobre la distancia familiar.

La felicitación de Meghan fue interpretada como algo más que una simple muestra de cariño. El hecho de compartir una imagen de Harry en uniforme fue visto como un recordatorio de su trayectoria y de la vida que dejó atrás. Pero, sobre todo, se entendió como una forma de reafirmar que su marido atraviesa una etapa de plenitud lejos de la institución real.

Semanas atrás, la duquesa ya había anticipado el buen recibimiento que preparaba para Harry tras su visita al Reino Unido. “Cuando tu galán vuelva a la ciudad…”, escribió junto a una foto de dos copas de vino. El detalle reflejaba la complicidad de la pareja, unida frente a la adversidad.

Ese tipo de gestos, aunque inofensivos en apariencia, resultan incómodos para la familia Windsor. La monarquía nunca ha disimulado su incomodidad ante la exposición pública de la pareja y, en especial, ante la narrativa de unidad que proyectan. El último movimiento de Meghan fue interpretado como una confesión velada: que su matrimonio sigue fuerte pese a los deseos contrarios de algunos.

Silencios que reavivan distancias

El cumpleaños de Harry dejó al descubierto otra realidad: el silencio de los príncipes de Gales. Ni Guillermo ni Kate felicitaron públicamente al duque de Sussex, como sí habían hecho en años anteriores. El gesto, o más bien su ausencia, reforzó las especulaciones sobre la falta de contacto entre los hermanos.

La última felicitación pública de los futuros reyes data del año pasado. En aquella ocasión, compartieron en redes sociales un mensaje de buenos deseos acompañado de una foto de Harry sonriendo. Este año, la omisión fue evidente y no pasó inadvertida entre los seguidores de la familia real.