La inminente publicación de las memorias del rey eméritoJuan Carlos I ha generado gran expectación. En su libro, don Juan Carlos aborda desde cuestiones institucionales hasta detalles íntimos de su vida privada y sus relaciones más polémicas.
Pilar Eyre, experta en la Casa Real, ha tenido acceso al manuscrito con las confesiones de Juan Carlos I. Estas fueron registradas en 1993 durante una serie de conversaciones con el periodista José Luis de Villalonga. Según Eyre, ese testimonio es el punto de partida de todos los libros que se han escrito sobre el monarca.

Una revelación que anticipa escándalos
Eyre afirma que el rey emérito acumuló bienes de manera codiciosa y que esta debilidad lo condujo al desastre. Esa ambición, según ella, fue la raíz de su posterior exilio, los procesos judiciales y la crisis mediática que golpeó a la monarquía.
Las palabras de Juan Carlos I en el libro, como “cuando era niño mi padre me dijo: «Un rey no debe abdicar jamás»”, cobran hoy significado tras su renuncia al trono. También impacta su afirmación de que “morir en el exilio debe ser lo peor del mundo”, un reflejo del amargo desenlace de su trayectoria. Ambas frases revelan el peso de una vida marcada por decisiones que acabaron alejándolo de la Corona.
Las nuevas memorias del rey emérito, tituladas Reconciliación verán la luz en unos meses. El objetivo de esta publicación es abordar las sombras de su reinado o su exilio en Abu Dabi, que tanto han dañado su imagen.

El pulso entre pasado y presente en la Casa Real
El anuncio del libro ha despertado debates sobre si Letizia querrá mantener su distancia frente a este nuevo foco mediático. La reina ya ha mostrado cautela ante la reiterada exposición pública de los escándalos vinculados a su suegro.
En Zarzuela no quieren que nuevas revelaciones salpiquen a la Corona actual, en medio de la celebración del reinado de Felipe VI. El peso simbólico de las memorias, más allá de la historia, amenaza con generar una polémica que complica la neutralidad institucional de los reyes.
La editorial señala que Juan Carlos defiende su derecho a contar su historia tras más de cuarenta años de reinado y un largo exilio. Considera que es necesario que sean los lectores, y no la prensa, quienes juzguen su trayectoria, pero el revuelo ya está servido.

La razón por la que la reina Letizia evita mantener contacto con Juan Carlos I
El regreso del libro de Juan Carlos I trae consigo pasajes que comprometen, especialmente, por su tono confesional. Al admitir debilidades y exponer aspectos íntimos de su vida, el emérito reactiva una etapa oscura que Letizia quiere dejar atrás. Para la reina, cualquier vinculación con ese legado amenaza su imagen pública y la estabilidad de la institución.
Las palabras de Pilar Eyre refuerzan una visión crítica del monarca, que no solo impulsó la democracia, sino que también acumuló riqueza de forma cuestionable. En Zarzuela preocupa que estas revelaciones vuelvan a poner el foco en temas que Letizia considera ajenos. Ella nunca ha compartido el modelo ni las decisiones del emérito, y no está dispuesta a heredar sus consecuencias.
Por eso, Letizia opta por el silencio y la distancia como respuesta. No desea cargar con las sombras del pasado, ni mucho menos aparecer como cómplice por omisión. Su actitud firme evidencia que quiere preservar su rol institucional al margen de un relato que puede volverse incómodo para la Corona.