La visita de la Princesa Leonor a Ceuta ha provocado una inesperada reacción en Marruecos. Aunque su estancia ha sido discreta y estrictamente vinculada a su formación militar, los medios marroquíes han respondido con críticas duras y significados políticos profundos. Las tensiones latentes entre Madrid y Rabat se han avivado con la presencia de la heredera al trono español, desencadenando un debate intenso sobre la soberanía y la historia compartida.
En concreto, el medio Kawalisrif ha publicado un artículo sin firmar donde asegura que “el trono no olvida sus colonias”. Se resalta que Leonor llegó a Ceuta en la fragata Blas de Lezo, no en un avión real ni coche oficial, lo que simboliza un mensaje militar de España hacia Marruecos. El texto critica la participación de la princesa en el Sábado Legionario, un acto castrense que honra a los caídos, viéndola como una reafirmación simbólica de la «ocupación» española de Ceuta.

Por otro lado, el digital Bladna24 ha adoptado un tono menos agresivo, pero igualmente crítico. Subraya que, aunque la visita no fue oficial, está cargada de significados políticos que no pasarán desapercibidos para los marroquíes. Este medio recuerda la tensión que existe entre los dos países respecto a Ceuta y Melilla, ciudades que Marruecos considera “ocupadas”. Así que destaca que la llegada de la princesa reaviva esta controversia.
Leonor pisa Ceuta de manera muy discreta
Mientras tanto, la princesa Leonor ha mantenido un perfil bajo durante toda su estancia. Se alojó en un hotel céntrico de Ceuta y participó en actos muy discretos, alejados de grandes manifestaciones públicas. Su única recepción oficial fue en el buque Juan Carlos I, donde continúa su formación militar como guardamarina, en un acto convocado por el contraalmirante.
Sin embargo, a pesar de la discreción, la visita no ha pasado desapercibida en Ceuta, donde se ha vivido con júbilo y orgullo. La ciudad celebra la presencia de un miembro de la Casa Real española dieciocho años después de la última visita de Juan Carlos I y la reina Sofía. En este contexto, se interpretan gestos como la puesta en bucle del pasodoble «La Banderita» por parte de la Guardia Civil como símbolos de identidad y pertenencia española.

La visita de Leonor convierte a la Familia Real en protagonista de un episodio político
Desde el punto de vista marroquí, la visita se ha leído como una provocación. La proximidad geográfica de Mohamed VI, a solo 22 kilómetros de Ceuta, en las playas de Kabila, alimenta el resentimiento histórico y político. Algunos analistas consideran que este desplazamiento puede verse como una reafirmación de España sobre una ciudad cuya soberanía Marruecos cuestiona desde hace décadas.
En definitiva, lo que parecía una simple escala técnica de la fragata para mantenimiento ha trascendido en un episodio político con repercusiones internacionales. La princesa Leonor, con su perfil militar, se ha convertido en el centro de un debate que trasciende la diplomacia y toca la sensibilidad histórica y territorial de la región. El trono español, con esta visita, ha recordado que la historia de sus territorios no se olvida fácilmente, ni mucho menos en Ceuta.