La Casa Real ha eliminado de forma discreta la referencia al divorcio entre la infanta Elena y Jaime de Marichalar en su página web oficial. Esta modificación se produjo tras la alerta publicada por Monarquía Confidencial sobre una anomalía en el árbol genealógico de la Familia Real. Por ahora, la institución no ha dado explicaciones oficiales y eso ha generado gran sorpresa.
Según fuentes cercanas, el departamento de Comunicación de Zarzuela fue quien ha decidido este cambio. Sin embargo, la Casa del Rey ha alegado que la web está en proceso de migración, sin aclarar si esto ha motivado la eliminación. La mención al divorcio, presente anteriormente, ha desaparecido de la biografía oficial de la infanta Elena.

Antes, el perfil oficial detallaba claramente tanto el matrimonio como la separación legal en 2010. Ahora, esta información ha sido suprimida, lo que ha provocado dudas entre expertos y medios de comunicación. En un contexto donde la transparencia es muy demandada, el cambio resulta llamativo.
Un cambio en Zarzuela que levanta sospechas
La infanta Elena es hija mayor del rey emérito Juan Carlos I y hermana del rey Felipe VI. Su matrimonio y posterior divorcio fueron temas muy seguidos por la prensa durante años. La eliminación de esa referencia genera interrogantes sobre la gestión pública de la vida privada de la familia real.
Curiosamente, la página oficial no menciona tampoco el divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Esto pone de relieve una posible inconsistencia en la comunicación oficial de Zarzuela. La diferencia en el tratamiento de ambos casos alimenta especulaciones sobre prioridades y relaciones internas.

Fuentes dentro de Zarzuela indican que el escándalo del caso Nóos distanció mucho a los hermanos. Ese distanciamiento ha propiciado un silencio institucional sobre algunos temas delicados. Esta situación podría justificar la falta de explicaciones oficiales y la discreción en los cambios web.
La infanta Elena bajo lupa mientras el rey Felipe afronta el reto de la transparencia
El principal debate que plantea esta eliminación es cómo equilibrar la privacidad familiar con la necesidad de transparencia institucional. Algunos expertos advierten que ocultar hechos públicos puede dañar la credibilidad de la monarquía. En una sociedad que exige claridad, estos movimientos generan preocupación.
Por último, esta decisión crea un vacío en la cronología oficial de la familia real. En la era digital, donde la memoria pública se gestiona online, estos cambios son muy relevantes. La Casa del Rey, bajo Felipe VI, marca así un nuevo camino en la gestión de la imagen pública de sus miembros.