En la familia Windsor se respira cierta tensión debido a que el príncipe George está a punto de cumplir 12 años. Con ello, se abre la posibilidad de que sus padres tomen una decisión que desafíe una de las normas más estrictas de la Familia Real. Aunque el Palacio no ha confirmado nada oficialmente, hay señales de que algo importante está por cambiar.
El ambiente en la Casa Real ha cambiado mucho en la última década, y los duques de Cambridge han sido los impulsores de esa transformación. Pero ahora, lo que parece un simple gesto familiar podría chocar con una tradición protocolaria de alto nivel. ¿Qué ha ocurrido realmente para que esta decisión esté generando tanta tensión?

El príncipe George romperá una norma de 30 años por la decisión de Guillermo y Kate Middleton
Desde que Guillermo y Kate Middleton formaron su familia, han optado por mantener a sus hijos lo más alejados posible del rígido ceremonial. Tanto George como sus hermanos, Charlotte y Louis, han crecido con una rutina que mezcla privilegio con normalidad. Los hemos visto en partidos de fútbol, en eventos escolares y en escenas cotidianas impensables para generaciones anteriores.
Sin embargo, esa flexibilidad tiene un límite cuando se enfrenta a la maquinaria institucional de la monarquía británica. En 1994, cuando el propio príncipe Guillermo alcanzó los 12 años, entró en vigor una norma interna que prohíbe que los herederos al trono viajen juntos en el mismo avión. Esta medida se convirtió en un pilar silencioso del protocolo, y ahora, 30 años después, George está a punto de enfrentar esa misma regla.
La fecha clave es el 22 de julio, cuando George cumplirá 12 años. Según lo estipulado por el protocolo real, a partir de entonces no debería viajar más en el mismo avión que sus padres ni sus hermanos. Esta norma busca proteger la continuidad dinástica, evitando que un posible accidente acabe con varios miembros de la línea sucesoria al mismo tiempo.

Pero según informó The New York Post, Guillermo y Kate estarían dispuestos a desafiar esta norma. Su intención sería clara: mantener unida a su familia durante los desplazamientos, evitando que George tenga que separarse de ellos. La decisión, aunque aparentemente simbólica, representa un choque entre tradición y modernidad que está haciendo ruido en la familia Windsor.
Actualmente, George ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión al trono, detrás de su padre. Es comprensible que su presencia en determinados actos o viajes sea considerada sensible desde un punto de vista institucional. Sin embargo, sus padres están analizando junto a sus asesores cómo mantener el equilibrio entre su papel como futuro rey y su bienestar personal.
La familia Windsor observa con atención esta posible ruptura del protocolo real
Mientras tanto, los sectores más tradicionales siguen atentos cada paso que dan los duques. Cualquier movimiento que altere el protocolo puede generar debates intensos, especialmente si pone en tela de juicio normas que han funcionado durante décadas.
Graham Laurie, expiloto de la familia real, recordó que "la norma se aplicó por primera vez cuando Guillermo cumplió 12 años". Además, añadió que en esa época se gestionaban permisos especiales porque "la reina entendía la importancia de mantener unida a la familia". Por eso, aunque el cambio puede parecer menor, lo cierto es que implica abrir una puerta a otras posibles flexibilizaciones.

Es indudable que la posible decisión de permitir que el príncipe George siga viajando con sus padres ha generado un intenso debate en los Windsor. Esta medida representa un gesto de ruptura con la norma que lleva 30 años vigente. El futuro de la Familia Real británica parece estar encaminado hacia una monarquía más cercana, aunque no exenta de tensiones internas.