La reina Sofía ha reaparecido en Mallorca con un gesto sutil que ha dado mucho que hablar. Aunque llegó más tarde que el resto de la familia real a la isla, su presencia en la recepción oficial de Marivent ha acaparado una atención especial por un motivo sorprendente.
La escena fue solemne, como cada verano, con los reyes, sus hijas y los representantes políticos baleares. Sin embargo, este año un pequeño detalle, aparentemente menor, ha generado debate en torno a la figura de la reina emérita. Su discreción habitual no ha evitado que su imagen se convierta en uno de los focos del evento.

La reina Sofía se une a la cita más simbólica del verano
Este lunes 4 de agosto, como ya es tradición, el Palacio de Marivent acogió la recepción a las autoridades y sociedad civil de Baleares. Fue presidida por los reyes, junto a la princesa Leonor y la infanta Sofía. A ellos se unió, algo más tarde, la reina Sofía, que viajó desde Madrid tras permanecer allí por el delicado estado de salud de su hermana, la princesa Irene de Grecia.
Entre los asistentes al acto figuraban la presidenta del Govern, Marga Prohens, y el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, además de rostros populares como Rafa Nadal o Rudy Fernández. Como es habitual, los reyes y sus hijas han estado presentes en varios actos públicos durante su estancia en Mallorca. Desde regatas hasta una salida al cine, han compartido momentos tanto institucionales como familiares.
El regreso de la reina emérita a este acto ha sido bien recibido por quienes valoran su constancia institucional. Pero más allá de lo protocolario, su imagen ha captado especial atención por un detalle inesperado.

Un testigo revela un gesto poco habitual en la realeza que ha captado todas las miradas
Durante la recepción, un testigo destacó un detalle estético de la reina Sofía que rápidamente llamó la atención de los asistentes. Fue la única entre los cuatro miembros de la realeza que lució las uñas maquilladas. Mientras Letizia, Leonor y Sofía optaron por su habitual discreción y uñas naturales, la reina emérita apostó por una clásica manicura francesa.
Su elección de estilo fue sutil, pero elegante. Uñas redondeadas de largo moderado, con la tradicional línea blanca combinada con un tono rosado traslúcido, símbolo de sobriedad y atemporalidad. Esta elección no es habitual en actos institucionales y ha llamado la atención tanto por el gesto como por lo que representa.

Un look colorido y un estilo cuidado hasta el mínimo detalle
El estilismo completo de la reina Sofía reforzó la impresión de una presencia vibrante y alegre. Eligió un pantalón palazzo en tono turquesa, acompañado de un blusón estampado con flores azules, blancas y turquesas. La prenda, de manga media y gran lazada al cuello, reflejaba un espíritu veraniego con elegancia.
Completó el look con un minibolso plateado de forma tubular, discreto pero original. Su elección cromática destacaba entre la sobriedad de otros estilismos y transmitía cercanía y vitalidad, incluso sin pronunciar palabra. Su actitud, además, fue en todo momento cercana con los asistentes.
La presencia de la reina Sofía en la recepción de Marivent ha reforzado su papel dentro del engranaje simbólico de la monarquía española. Cada verano, su participación en la agenda real genera una oleada de comentarios, especialmente cuando sus gestos se alejan del guion previsto.