La princesa Eugenia de York ha sorprendido con unas declaraciones que confirman lo que durante años se ha dicho en voz baja en el entorno de la Casa Real británica. En una entrevista reciente, la hija menor del príncipe Andrés y Sarah Ferguson ha reconocido que el rey Carlos III ha sido una figura clave en su vida. Aunque su vínculo familiar es evidente, lo que ha revelado va mucho más allá del protocolo y los lazos de sangre.
Desde su infancia, Eugenia ha intentado mantenerse alejada del foco mediático que rodea a los Windsor. A diferencia de su hermana Beatriz, ha preferido llevar un perfil más bajo y centrarse en su familia y proyectos personales. Sin embargo, eso no significa que su vida haya sido sencilla.

A los 12 años, le diagnosticaron escoliosis, una enfermedad que cambió su infancia para siempre. La joven princesa tuvo que someterse a una complicada operación que la obligó a abandonar el colegio durante meses. Fue un momento de vulnerabilidad extrema, y según ella misma ha contado, Carlos fue uno de sus mayores apoyos durante esa etapa.
En declaraciones recogidas por The Telegraph, Eugenia ha descrito con detalle lo duro que fue pasar por el quirófano siendo tan pequeña. Tuvo que pasar días en cama, necesitó silla de ruedas y contó con la ayuda constante de su entorno más cercano. Fue entonces cuando Carlos III, por aquel entonces príncipe de Gales, dio un paso al frente como tío y figura protectora.
Confirmado el rumor personal del rey Carlos III
La princesa recuerda que Carlos III nunca se mostró indiferente ante su situación. No solo la visitó en varias ocasiones, sino que también se interesó por su estado emocional y la evolución de su salud. Según Eugenia, ese respaldo fue “constante, sincero y lleno de cariño”.
Estas palabras llegan en un momento clave para el monarca, cuya imagen pública ha estado marcada por la frialdad institucional. Sin embargo, los gestos privados como los que ahora revela su sobrina ayudan a construir una narrativa distinta. Más cercana, más familiar, más humana.
Durante años, en el entorno de la familia real se ha comentado que Carlos III siempre ha tenido una conexión especial con sus sobrinas. Especialmente con Eugenia, con quien comparte una sensibilidad por el arte, la naturaleza y el bienestar emocional. Esa afinidad se ha mantenido con los años y se ha reforzado ante las adversidades.

Eugenia ha señalado que no solo la apoyó durante su enfermedad, sino también en momentos personales muy complejos. Ha vivido situaciones difíciles, como el escándalo que rodeó a su padre, el príncipe Andrés, y que afectó profundamente a toda la familia. En esos momentos, Carlos III también estuvo ahí.
El ahora monarca, según el testimonio de su sobrina, no se limitó a actuar como rey, sino como un verdadero apoyo familiar. Su actitud fue la de alguien que prioriza el bienestar de los suyos por encima del juicio público. Una actitud que Eugenia valora profundamente y que, según afirma, no ha olvidado.
Las confesiones de la princesa Eugenia
Estas revelaciones suponen una confirmación directa de algo que se había mencionado en círculos cercanos: la profunda conexión entre Eugenia y Carlos III. Lejos de los rumores de distanciamiento entre primos, y de las tensiones mediáticas que rodean a los Sussex, este vínculo parece inquebrantable. Y se basa, sobre todo, en la experiencia compartida del dolor y la superación.
La enfermedad de la princesa no fue un obstáculo, sino un punto de inflexión que definió su carácter. Eugenia ha insistido en que, aunque fue una época dura, también fue el inicio de una relación más estrecha con su tío. Una relación que ha perdurado y se ha fortalecido con el paso del tiempo.

Actualmente, Eugenia sigue luchando por dar visibilidad a los problemas de columna y apoyar a quienes pasan por lo mismo que ella vivió. Ha visitado hospitales, ha compartido su historia en entrevistas y se ha convertido en un referente para muchas personas jóvenes. Y en cada paso, según confiesa, ha sentido el respaldo silencioso pero constante del rey.
Estas declaraciones se suman a otras que en el pasado han mostrado el lado más afectuoso de Carlos III. Aunque su papel como soberano le obliga a mantener una cierta distancia, en el plano privado ha sabido estar presente. Al menos con aquellos que considera más próximos y que, como Eugenia, han necesitado su ayuda en los momentos más difíciles.
La familia de la princesa Eugenia ha sido señalada
La princesa no ha querido entrar en detalles sobre otras relaciones dentro de la familia real. Pero sus palabras han sido claras y contundentes respecto a su tío: lo considera un referente de apoyo incondicional. Un hombre que, más allá del trono, ha sabido ser familia.
La historia de Eugenia es también la historia de una superación personal acompañada de respaldo real. No todos los miembros de la familia Windsor han sido tan generosos como Carlos III, según se deja entrever. Pero en su caso, ha querido romper el silencio para reconocer públicamente lo que durante años fue solo un rumor.
Ahora, con sus hijos pequeños y una vida más estable, la princesa mira hacia atrás y agradece no haber estado sola en su peor momento. Su testimonio no solo dignifica su experiencia, sino que también humaniza la figura de un rey que a menudo parece lejano. Y confirma, sin lugar a dudas, que Carlos III es mucho más que una corona: es un hombre profundamente familiar.