No solemos pensar que nuestras tareas cotidianas tengan mayor importancia en el funcionamiento de la economía. Sin embargo, cada pequeña compra o visita a una tienda puede tener un efecto en el mercado local. Aunque parezca insignificante, todo suma.
La cadena de envíos UPS ha sorprendido con una medida drástica: cerrará alrededor de 200 establecimientos en Estados Unidos. El anuncio forma parte de un plan de modernización que incluye recortes de personal y cambios en su red operativa. La decisión impactará en miles de trabajadores y en la manera en que los clientes acceden a sus servicios.

Un cambio en los hábitos de consumo
En los últimos años, los consumidores han transformado sus rutinas de compra. Cada vez es más común que las personas opten por adquirir productos y servicios a través de internet. Esta tendencia ha afectado directamente a muchas tiendas físicas, que ven cómo sus ingresos disminuyen mes a mes.
Los comercios más pequeños, especializados en productos como repuestos, decoración o papelería, han sido los primeros en notar el golpe. Algunos han reducido su tamaño para sobrevivir, pero otros no han podido evitar la clausura. Esta transformación en los hábitos también ha alcanzado a grandes empresas como UPS, revela The Street.
A medida que la demanda de servicios presenciales baja, las grandes cadenas deben adaptarse. UPS, que durante años trabajó estrechamente con Amazon, ha recortado su colaboración con la empresa y ahora enfrenta la necesidad de ajustar su infraestructura. La reducción de envíos y la automatización de procesos han obligado a tomar medidas difíciles.

El plan de UPS para los próximos años
UPS ha anunciado que planea cerrar hasta 200 centros operativos antes de 2028. Además, se prevé la eliminación de unos 20.000 puestos de trabajo antes de que finalice 2025. La decisión forma parte de una estrategia para hacer más eficiente su red logística y reducir costes ante la nueva realidad del mercado.
Uno de los primeros casos conocidos es el de tres tiendas de la compañía ubicadas en Pensilvania, que cerrarán sus puertas en las próximas semanas. Se trata de los locales ubicados en, 62 Dallas Shopping Center de Dallas, el 1330 Main Street de Dickson City y el 1114 Texas Palmyra Highway de Honesdale.

El responsable de esas franquicias, Dave McQueen, no logró venderlas y ha decidido finalizar su actividad. Según representantes de UPS, el cese se debe a que los contratos de franquicia han llegado a su fin y no se renovarán.
Aunque estas decisiones buscan asegurar la sostenibilidad de la compañía a largo plazo, también generan incertidumbre entre los trabajadores y clientes. El proceso de transformación empresarial está en marcha y, con él, desaparecen muchas de las tiendas físicas que antes eran parte de la vida cotidiana. UPS da un paso hacia el futuro, pero no sin dejar huella en el presente.