Durante décadas, Subway fue sinónimo de almuerzos rápidos y económicos en todo el país. Sin embargo, la cadena de sándwiches más grande del mundo enfrenta hoy una etapa muy distinta. En lo que representa un golpe duro al panorama gastronómico estadounidense, la empresa ha confirmado el cierre de cientos de sus locales en Estados Unidos.
Los datos más recientes indican que Subway ya cuenta con menos de 20,000 tiendas en suelo estadounidense. Es la primera vez en más de 15 años que esta cifra cae por debajo de ese umbral. En lo que va del 2025, han cerrado 631 establecimientos. Una tendencia que, según expertos, refleja problemas profundos en la operación de la marca.

Subway sigue su transformación
La empresa no solo pierde presencia en las calles, también en el corazón de sus consumidores. Competencia agresiva, menús poco renovados y una experiencia de cliente que ya no convence son algunos de los factores detrás de esta caída. Muchos locales franquiciados reportan baja rentabilidad, ventas estancadas y dificultades para sostener los costos operativos.
Subway fue adquirida en 2023 por la firma de capital Advent International. Desde entonces, prometieron una transformación para rescatar la marca. Sin embargo, los resultados siguen sin aparecer. Aunque han invertido en rediseños, mejoras en el menú y nuevas estrategias de marketing, los números no acompañan.
Las zonas más afectadas por los cierres incluyen ciudades medianas y barrios donde antes Subway dominaba. En algunos casos, el mismo local operó por más de 20 años antes de bajar la persiana. Las redes sociales se han llenado de mensajes de despedida de clientes que crecieron con sus sándwiches.

Además, este recorte tiene un impacto directo en el empleo. Cada tienda cerrada representa la pérdida de entre 5 y 10 puestos de trabajo. Los franquiciados, que operan la mayoría de los locales, enfrentan ahora la disyuntiva de reinventarse o salir del negocio.
A pesar de todo, la compañía asegura que estos cierres forman parte de un plan estratégico. Su objetivo sería “concentrarse en tiendas más rentables, bien ubicadas y con mayor potencial de crecimiento”. También destacan que en mercados internacionales aún muestran fuerza, como en Asia y América Latina.
Pero la imagen de Subway en EE.UU. ya no es la de antes. La promesa del “come fresco” ha perdido brillo frente a nuevas cadenas más modernas, saludables o especializadas. La exigencia de los consumidores ha cambiado, y Subway parece haber tardado en adaptarse.
Mientras tanto, las cifras continúan cayendo. La cadena ha pasado de tener casi 27,000 tiendas en 2015 a menos de 20,000 en 2025. Diez mil locales menos en apenas una década. Es una transformación que no solo afecta a la marca, sino a la cultura del fast food en Estados Unidos.
El futuro de Subway sigue siendo incierto. La empresa insiste en que se trata de una reestructuración necesaria.
Sin embargo, lo cierto es que muchos se despiden de sus sucursales locales con un sabor amargo. El gigante de los sándwiches ya no es intocable. Ahora lucha por mantenerse a flote en un mercado que no perdona la falta de evolución.