A menudo, los cambios en la composición de productos alimentarios pasan desapercibidos. Sin embargo, cuando se trata de una bebida tan popular como la horchata, cualquier modificación genera interés.
Mercadona ha apostado por una nueva fórmula para uno de sus clásicos de verano. Y lo ha hecho eliminando ingredientes que antes eran habituales, pero que hoy muchos consumidores prefieren evitar.

Una nueva horchata de Mercadona sin azúcares ni edulcorantes
La cadena ha reformulado su horchata sin azúcares añadidos, un producto que ahora tampoco contiene edulcorantes. Esta versión busca satisfacer a un perfil de cliente más informado y exigente con la etiqueta nutricional. La bebida conserva el sabor de la chufa, pero con un enfoque más natural.
Gema Navarro, experta en nutrición generativa, ha analizado el valor nutricional de esta nueva horchata. Según explica, un vaso de 250 ml aporta 135 kcal, con 7,5 g de grasas saludables, 13,8 g de hidratos procedentes de la chufa, 2,5 g de fibra y 2,3 g de proteína. "Aporta energía lenta y saciante", afirma Navarro, quien destaca su potencial como opción de desayuno o merienda equilibrada.
Eso sí, la especialista advierte que esta bebida, aunque sin azúcares añadidos, sigue siendo rica en carbohidratos naturales. Por eso, no debe confundirse con una opción hipocalórica. Gema Navarro insiste en que lo importante es el contexto de consumo y el conjunto de la dieta.

Mercadona saca algo más que una bebida refrescante
Esta reformulación se enmarca en una tendencia creciente por reducir aditivos artificiales y su precio de 1.60 euros sorprende a todos los clientes de Mercadona. Eliminar tanto el azúcar añadido como los edulcorantes representa un paso importante hacia una composición más limpia. Muchos consumidores valoran positivamente que se respete el sabor original sin recurrir a compensaciones químicas.
El uso exclusivo de los azúcares presentes en la propia chufa permite mantener el perfil organoléptico. Al mismo tiempo, se evitan los picos glucémicos provocados por otros ingredientes más agresivos. El resultado es una horchata más natural, pero igualmente disfrutable.
Mercadona, con este cambio, responde a una demanda social cada vez más centrada en la salud y la transparencia alimentaria. Reformular sin perder sabor es un reto, pero también una oportunidad para fidelizar a quienes buscan cuidarse. Y este movimiento parece ir en esa dirección.