Bajar de peso sin poner en riesgo la salud ni recurrir a soluciones extremas es el objetivo de muchas personas. En esa línea, el nutricionista Luis Gil ha querido compartir con sus seguidores un enfoque práctico para perder hasta cinco kilos en menos de un mes. Su propuesta, lejos de prometer resultados milagrosos, se basa en ajustes sencillos que pueden aplicarse en la rutina diaria.
Uno de los primeros consejos que ha dado es prestar atención a lo que se consume fuera de casa. Según explica, productos como pan, galletas o snacks se cuelan fácilmente en la alimentación y suman muchas calorías sin aportar nutrientes de calidad. Por eso, recomienda reducir su consumo cuando se come fuera, donde es más difícil controlar las cantidades y los ingredientes.

Controla cuándo comes para mejores resultados
Otra de las claves que plantea Gil es reducir el número de comidas a lo largo del día. Si alguien está acostumbrado a comer cinco o seis veces, sugiere pasar a tres ingestas principales bien estructuradas. Esta medida ayuda a espaciar los tiempos entre comidas y mejora el control del apetito.

El especialista también propone incorporar un ayuno nocturno de doce horas, algo fácil de aplicar con solo adelantar la cena o retrasar el desayuno. Por ejemplo, cenar a las ocho de la tarde y desayunar a las ocho de la mañana permite al cuerpo un descanso digestivo. Según explica, esto favorece el funcionamiento del metabolismo y puede facilitar la pérdida de grasa.
Lo que realmente marca la diferencia al bajar kilos
En cuanto al ejercicio, no es necesario apuntarse al gimnasio ni seguir rutinas complejas. Gil recomienda moverse al menos tres veces por semana, ya sea con entrenamientos de fuerza, caminatas rápidas o cualquier otra actividad que se adapte a la agenda de cada persona. Lo esencial es incorporar el movimiento como parte habitual de la semana.

Además, insiste en que lo más importante es que los cambios sean fáciles de mantener con el paso del tiempo. No busca que la rutina sea perfecta, sino que encaje en el día a día de cada persona. Esa constancia, afirma, es la que garantiza resultados reales sin efecto rebote.
No promete milagros, pero sí resultados reales
El tono de Gil, alejado de imposiciones y promesas imposibles, ha conectado con muchas personas que buscan cuidarse sin sufrir. Sus recomendaciones no solo son prácticas, sino también respetuosas con el cuerpo y con el tiempo de cada uno. En un entorno saturado de dietas mágicas, su propuesta suena a sentido común.
Aunque aún no ha revelado todos los detalles de su método, lo compartido hasta ahora ha despertado interés por su claridad y realismo. Cambios pequeños, mantenidos en el tiempo, pueden generar transformaciones visibles y saludables. Y en eso, Luis Gil parece tener las ideas muy claras.