Un hombre con expresión de sorpresa frente a un edificio de la NASA con una bandera de Estados Unidos y un ícono de advertencia rojo en la esquina superior derecha

La NASA rompe el silencio y sorprende a todos con este anuncio: es la primera vez

Lo que la NASA acaba de anunciar abre una nueva era en la forma de observar la Tierra y comprender sus transformaciones

La NASA ha dado un paso inesperado que podría cambiar la forma en que observamos nuestro planeta desde el espacio. En las últimas horas, la agencia ha revelado un avance que llevaba tiempo preparándose, pero cuyo impacto ya empieza a sentirse. Se trata de una misión ambiciosa, marcada por decisiones técnicas inéditas y una colaboración internacional poco habitual.

Por primera vez, un satélite utilizará dos bandas de radar distintas, L y S, para capturar imágenes detalladas de la Tierra desde el espacio. Esta tecnología dual, nunca antes aplicada en una misión de este tipo, permitirá observar desde el movimiento de placas tectónicas hasta cambios sutiles en ecosistemas. Además, la misión marca el inicio de la primera colaboración satelital entre la NASA y la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO), una cooperación internacional única.

Satélite NISAR con paneles solares y una gran antena circular está orbitando la Tierra en el espacio.
Primer satélite con radar dual en la misión conjunta NASA-ISRO | NASA

El hito tecnológico del satélite en detalle

El protagonista de este hito es NISAR, un satélite de observación terrestre lanzado el pasado mes desde el sureste de la India. Diecisiete días después del despegue, el satélite ha desplegado en órbita su componente más complejo, un reflector de 12 metros de ancho, el más grande jamás instalado por la NASA. Esta antena es clave para el funcionamiento del sistema de radar de apertura sintética (SAR), que simula una antena mucho mayor sin necesidad de estructuras imposibles de lanzar.

El despliegue se ha realizado en fases, primero se extendió un mástil de 9 metros que sostenía el reflector, que hasta ese momento permanecía plegado como un paraguas. Posteriormente, el 15 de agosto, se activaron pequeños pernos explosivos que liberaron el sistema para iniciar su expansión. El proceso, conocido como “floración”, finalizó cuando la antena alcanzó su forma y posición definitivas en el espacio.

¿Qué cambios traerá la nueva era de observación terrestre?

Con esta antena, NISAR podrá generar imágenes con una resolución de 10 metros por píxel, una precisión que antes solo se lograba con antenas terrestres de casi 20 kilómetros de longitud. Esto permitirá a los científicos monitorizar terremotos, glaciares, erupciones volcánicas y movimientos del terreno en todo el mundo. También será clave en áreas como la agricultura, la planificación urbana, la gestión de desastres y la preservación de ecosistemas.

La antena, que pesa unos 64 kilos, está formada por una malla metálica recubierta en oro y sostenida por una compleja estructura de 123 puntales. Su diseño ultraligero, pero resistente demuestra el nivel de ingeniería que implica esta misión. La NASA ha explicado que sin este despliegue exitoso, los sistemas radar no podrían operar con la precisión necesaria.

En conjunto, NISAR no solo representa un avance científico notable, sino que también demuestra cómo la exploración espacial se fortalece cuando hay cooperación entre países. Esta misión conjunta entre Estados Unidos e India no solo aporta datos valiosos para entender mejor nuestro planeta, sino que también abre la puerta a futuras colaboraciones tecnológicas de gran escala. La observación de la Tierra entra en una nueva era, y este satélite está al frente de ese cambio.