Después de varias jornadas marcadas por una intensa ola de calor, Cataluña se prepara para un cambio radical en el tiempo. El calor extremo que ha dominado los últimos días tiene las horas contadas. Según las previsiones meteorológicas, el termómetro comenzará a descender hasta situarse en valores más propios de la época del año.
Este lunes todavía se dejará sentir el ambiente cálido, aunque ya no con la misma fuerza que en días anteriores. El descenso será paulatino, pero constante. Y es que a partir del martes se notará un escalón más de bajada térmica y, de cara al miércoles, el cambio será evidente en gran parte del territorio catalán.

Las temperaturas quedarán normalizadas, con máximas que difícilmente superarán los 30 grados en el interior y que se situarán entre los 24 y 28 grados en las zonas costeras y prelitorales. En áreas de montaña, la sensación de fresco será aún más destacada, con mínimas que podrán bajar de los diez grados. El origen de esta variación lo encontramos en la retirada de la masa de aire cálido que ha estado estacionada sobre la península Ibérica.
Una entrada de aire más fresco en la península
A partir de hoy, esa masa se desplaza de oeste a este, permitiendo la entrada de aire más fresco de procedencia del norte de Europa. Este relevo en las masas de aire es el responsable del giro meteorológico que experimentaremos durante la semana. Las previsiones a medio plazo indican que este patrón se mantendrá durante varios días.
De hecho, el mapa de anomalías térmicas muestra claramente un predominio de colores azules y verdes sobre buena parte de Europa. Incluida Cataluña, lo que se traduce en temperaturas inferiores a las habituales para estas fechas. Mientras en el este de Europa el calor persistirá, en nuestro territorio el fresco se impondrá con claridad.
El contraste respecto a la semana pasada será notable. Veníamos de temperaturas que en algunos puntos superaban los 38 grados, y ahora nos moveremos en registros mucho más moderados. Sin duda, propios de un final de verano que empieza a dar pistas de que el otoño no está tan lejos.

Un respiro más que necesario
Esta bajada térmica será bien recibida por la población tras varios días de noches tropicales, en las que dormir se había convertido en una tarea complicada en muchas ciudades catalanas. Además, la entrada de aire más fresco favorecerá la formación de nubosidad y algunos chubascos dispersos en zonas del Pirineo y Prepirineo. De todas formas, en general no se esperan precipitaciones significativas en el conjunto del país.
Aun así, la sensación será de tiempo más variable y agradable, lejos del bochorno sofocante que hemos tenido que soportar. Cataluña pone punto final a una de las olas de calor de este verano y da la bienvenida a un ambiente más fresco y respirable. Será a partir del miércoles cuando el cambio se notará con mayor intensidad y cuando muchos podrán decir, por fin: adiós al calor.