El Centro de Predicción de Tormentas del Servicio Meteorológico Nacional ha emitido una alerta por riesgo de tormentas severas que podrían incluir tornados. También ráfagas de viento y granizo de gran tamaño para este jueves por la noche en varias regiones del sur y sureste de Estados Unidos. En el mapa de previsión, se observan zonas marcadas con riesgo leve, lo que indica la posibilidad de tormentas severas dispersas.
No obstante, las áreas más afectadas comprenden partes de Texas, Carolina del Norte, Tennessee, Alabama, Georgia y Carolina del Sur. En el sur de Texas se están desarrollando tormentas fuertes impulsadas por un sistema de baja presión en el Valle del Río Grande. Se anticipa la formación de supercélulas capaces de generar granizo de más de cinco centímetros de diámetro.

La atmósfera en esta región se caracteriza por una alta humedad con puntos de rocío en los 24 °C y una inestabilidad moderada a fuerte. Lo que contribuye a un entorno propicio para fenómenos severos. Mientras, en los estados del este como Tennessee, Carolina del Norte, Alabama, Georgia y Carolina del Sur, una vaguada está generando condiciones favorables para el desarrollo de tormentas.
Los expertos avanzan la llegada de ráfagas de viento severas y granizo
Se están observando ráfagas de viento severas y granizo, con riesgo de tornados aislados. Las tormentas actuales se concentran a lo largo de un frente y están siendo alimentadas por una cizalladura moderada a fuerte en los niveles medios de la atmósfera. Las autoridades meteorológicas recomiendan a los residentes de las zonas afectadas mantenerse informados a través de fuentes oficiales.
Así como contar con múltiples medios de recibir alertas y tener preparado un plan de emergencia. Si bien se espera que la intensidad de las tormentas disminuya durante la madrugada, no se descartan eventos severos adicionales. El SPC continuará monitoreando la evolución de las condiciones durante la noche, emitiendo actualizaciones conforme sea necesario.

Una semana convulsa
Nadie se acaba de acostumbrar a este tipo de fenómenos meteorológicos extremos. Su riesgo y peligrosidad hacen que los ciudadanos que viven en los estados afectados estén en constante alerta. Aun así, hay que tener en cuenta que no es la primera vez que sucede y que este tipo de estados viven una marcada e intensa inestabilidad climática.