Jacques de Mónaco con una túnica blanca y Alberto de Mónaco con traje y corbata posan juntos en un interior.

La norma que Alberto II le ha puesto a su hijo Jacques si quiere ser rey: muy fuerte

Las reglas que Alberto II de Mónaco impone a su hijo Jacques para prepararlo como futuro príncipe heredero

Mónaco vive en julio su momento más vibrante del año, con una agenda social llena de eventos destacados. Después del Gran Premio de Fórmula 1, la ciudad acoge una serie de actividades musicales, deportivas y culturales que atraen a un público selecto de todo el mundo. La familia real aprovecha esta oportunidad para fortalecer su presencia y protagonismo en el escenario internacional.

En este contexto de celebraciones, durante el Festival Internacional de Televisión de Montecarlo, el príncipe Alberto II ha hablado en una entrevista sobre sus hijos, Jacques y Gabriella. Aunque ambos ya forman parte de la vida oficial del Principado, apenas tienen diez años, una realidad de la que su padre es consciente.

Imagen de la familia real de Mónaco al completo sonrientes en un balcón.
Jacques y Gabriella tienen carácteres diferentes | Instagram, @palaisprincierdemonaco

Jacques y Gabriella: dos caracteres diferentes en su camino oficial

Alberto II describe a sus hijos como bastante diferentes. Jacques es reservado y cauteloso, mientras que Gabriella muestra un carácter extrovertido y fuerte. Por eso, el príncipe adapta su educación a sus personalidades, sin imponerles el mismo ritmo ni los mismos retos.

El príncipe de Mónaco reconoce que acompaña a sus hijos al colegio cuando puede, aunque ellos ya empiezan a querer algo de distancia. Este gesto demuestra la educación que les da: cercana pero respetuosa. Quiere estar presente sin imponer su figura, dejando espacio para que crezcan con naturalidad.

El príncipe Alberto admite con humor que a sus hijos “les gustaría que me mantuviera en un segundo plano” cuando están con amigos. Con esta confesión, deja ver su esfuerzo por respetar los espacios de Jacques y Gabriella. A pesar de su posición, intenta que vivan una infancia lo más normal posible.

Preparándolos para el futuro sin perder la infancia

Para Alberto II y la princesa Charlene, lo principal es proteger a Jacques y Gabriella de la atención mediática. Mantener ese equilibrio es complicado, ya que los niños han comenzado a participar en grandes actos oficiales. Un ejemplo reciente fue su presencia en la recepción de Estado a Emmanuel y Brigitte Macron.

El soberano explica que la preparación para la vida oficial debe ser gradual y respetar la libertad de sus hijos. “No debe afectarles emocionalmente ni ocuparles demasiado. Es muy importante poder vivir la juventud”, añade, mostrando una sensibilidad que proviene de su propia experiencia como heredero.

Las normas que Alberto II quiere que siga Jacques como futuro rey

El príncipe Alberto II ha establecido unas normas claras para que Jacques asuma su papel de futuro rey con equilibrio y madurez. La primera y más importante es que su hijo crezca con libertad y espacio personal. No quiere que la presión de la corona le robe su infancia ni su juventud.

Alberto insiste en que Jacques debe aprender y prepararse para sus responsabilidades de manera gradual y natural. No quiere imponerle una formación rígida ni forzada, sino que el proceso sea flexible y respetuoso con su carácter reservado, para que pueda desarrollarse emocionalmente sin sentirse abrumado.

Estas normas buscan que Jacques asuma la jefatura del Estado con una base sólida, tanto personal como emocional. Alberto II desea que su liderazgo esté guiado por la autenticidad y la libertad. Cree que son valores esenciales para un rey moderno y cercano a su pueblo.