Carlos III con traje sonríe ligeramente mientras dos signos de exclamación rojos aparecen a su lado.

El último gesto de Carlos III que marca el final definitivo: ya ha sido destruido

Esta semana se ha llevado a cabo un acto que ha marcado un cambio de etapa en la vida del rey Carlos

Esta semana se ha producido en el Reino Unido un gesto cargado de profundo simbolismo histórico y político. El rey Carlos III ha aprobado la creación de su propio Gran Sello.

Además, ha procedido a la destrucción del que perteneció a su madre, la reina Isabel II. Ha cerrado así, de forma definitiva, un ciclo que marcó gran parte del siglo XX para Reino Unido, así como para su familia.

Plano corto de Carlos III con cabello blanco mientras viste un traje formal oscuro y corbata azul claro, rodeado de personas en un evento al aire libre.
El rey Carlos III ha protagonizado este acto con gran simbolismo | Instagram, @theroyalfamily

Una tradición milenaria para marcar el cambio de era

La noticia, confirmada por el Palacio de Buckingham a través de un comunicado oficial, explica que el acto tuvo lugar durante una reciente reunión del Privy Council, órgano asesor del monarca. En esa sesión, Carlos III dio su aprobación formal al diseño del nuevo Gran Sello. El emblema que legitima todos los documentos oficiales del Reino Unido y que representa la autoridad real.

Con esta decisión, se activa una antigua tradición de la monarquía británica: la destrucción del sello del rey anterior, un acto ceremonial que, aunque simbólico, tiene un fuerte peso institucional. De acuerdo con la costumbre, el sello de Isabel II fue golpeado con un martillo para desfigurarlo, marcando así su retirada oficial.

No obstante, y debido a su valor histórico, el sello no se elimina del todo: se conserva como pieza de archivo y patrimonio nacional.

El último vestigio oficial del reinado de Isabel II

La figura de Isabel II, que reinó durante más de 70 años, sigue profundamente arraigada en la memoria colectiva británica. Sin embargo, este momento confirma que el reinado de Carlos III entra ahora en una nueva fase, ya plenamente consolidado. Esto tras más de dos años desde su coronación.

La creación de su propio sello no solo tiene implicaciones administrativas, sino que representa un paso institucional clave. El último elemento oficial que recordaba el reinado de su madre ha sido reemplazado.

Montaje de fotos de Isabel II con sombrero blanco y Carlos III con cabello canoso, ambos con expresiones serias, sobre un fondo negro.
Adiós definitivo a una etapa muy importante | Europa Press, es.catalunyadiari.com

Un sello que representa la autoridad real

El Gran Sello del Reino es una herramienta fundamental del sistema político y legal del Reino Unido. Se utiliza para autenticar documentos como leyes, tratados internacionales y otros actos de estado que requieren el consentimiento formal del monarca. Cada nuevo rey o reina recibe un sello diseñado especialmente para su reinado, lo que marca su autoridad única sobre el país y la Commonwealth.

Con la aprobación de su propio diseño, Carlos III da un paso más en la afirmación de su identidad como monarca, diferenciándose de la figura monumental de Isabel II. Es un acto discreto, pero lleno de significado para los observadores de la política británica y de la evolución de su corona.

Aunque pueda parecer un simple trámite burocrático, no lo es. La destrucción del sello de Isabel II y la creación del nuevo sello real de Carlos III representan el tipo de actos silenciosos que construyen el relato institucional de una monarquía.