La princesa Leonor y la infanta Sofía inician este mes de septiembre un curso académico decisivo. No se trata de un regreso ordinario a las aulas, sino de un paso que marcará sus trayectorias personales y públicas. El inicio de esta etapa refleja también la estrategia formativa de la Casa Real.
Leonor y Sofía afrontan caminos distintos que ponen de relieve sus diferentes responsabilidades. La separación geográfica y académica entre ambas despierta interés por lo que supondrá en su relación personal y en la institución. La atención recae especialmente en la decisión adoptada por la heredera al trono.

Un inicio académico en paralelo
La princesa Leonor arranca el curso en la Academia General del Aire de San Javier, en Murcia. Allí se incorpora a la promoción que inicia cuarto curso como Alférez Alumna, completando su paso por los tres ejércitos. La disciplina militar marcará nuevamente su vida cotidiana.
En paralelo, la infanta Sofía comienza sus estudios universitarios en Lisboa. Cursará Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en el Forward College, institución privada con sedes en varias capitales europeas. Su formación se extenderá a París y Berlín en los próximos años.
Ambas jóvenes se enfrentan a nuevos retos que pondrán a prueba su madurez. El contraste entre la exigencia militar de una y la vida académica internacional de la otra es evidente. Sin embargo, las dos comparten el objetivo de prepararse para servir a la institución.

La decisión de Leonor
La princesa Leonor ha decidido continuar con su exigente formación militar en la Academia General del Aire. Esta elección implica horarios estrictos, disciplina constante y un contacto limitado con su entorno personal. La consecuencia directa es pasar menos tiempo junto a su hermana Sofía, con quien mantiene una estrecha relación.
La infanta, por su parte, comienza una etapa universitaria con mayor libertad. Lisboa será su primera parada en un itinerario que más adelante la llevará a París y Berlín. Este recorrido académico le permitirá vivir una experiencia internacional muy distinta a la de Leonor.
Las diferencias entre ambas trayectorias son evidentes. Mientras Leonor se ajusta a las normas estrictas de la vida castrense como futura heredera al trono, Sofía se abre al mundo universitario. Esta diferencia educativa influye directamente en la relación cotidiana entre las hermanas, que deberán afrontar esta nueva realidad y adaptarse a verse con menos frecuencia.

Dos trayectorias con un mismo horizonte
Las formaciones de Leonor y Sofía reflejan una estrategia clara de la Casa Real. Una se centra en el ámbito militar para reforzar su autoridad como futura jefa suprema de las Fuerzas Armadas. La otra apuesta por una visión internacional útil para la diplomacia.
El objetivo es preparar a ambas con herramientas complementarias. El esfuerzo de la heredera aporta disciplina y liderazgo, mientras la experiencia académica de Sofía ofrece conocimiento global. Se trata de dos caminos distintos pero igualmente valiosos para la institución.
A pesar de la distancia y las diferencias, el vínculo entre las hermanas se mantiene. La planificación educativa busca fortalecer a la monarquía de cara al futuro. El equilibrio entre ambas puede convertirse en un activo fundamental para la Corona.