Montaje de fotos de primer plano del príncipe Guillermo con rostro triste y su padre, el rey Carlos III, con rostro neutro.

La revolución contra el rey Carlos que pone los pelos de punta al príncipe Guillermo

Un gesto inesperado despierta inquietud en la Corona y en el príncipe Guillermo sobre el futuro real

Una inesperada muestra de rebeldíacontra el rey Carlos IIIha sacudido el panorama político y ha dejado perplejo al príncipe Guillermo. Lo que ocurrió en el Parlamento australiano ha reabierto un debate latente y pone en duda la lealtad institucional  hacia la monarquía británica.

Lo sucedido no es un hecho aislado, sino una señal de algo más profundo que podría tener consecuencias a nivel internacional. Las implicaciones políticas y personales de este gesto aún están por revelarse, pero ya han empezado a generar tensiones en la familia real y en el Gobierno australiano.

Hombre mayor de cabello canoso y traje claro conversando con otras dos personas en un evento social
La visita de Carlos III a Australia en 2024 reavivó el debate sobre la monarquía y la república en el país | Instagram, @theroyalfamily

Australia: el diputado que dinamita la tradición

En Canberra, el diputado Bob Katter sorprendió a todos al negarse a jurar lealtad al monarca durante la apertura del nuevo Parlamento. Elegido once veces consecutivas en Queensland, respondió con un claro “No, juro lealtad al pueblo australiano”.

El gesto, aunque breve, ha causado un enorme revuelo en el país. No solo por lo inesperado, sino porque se suma a otros episodios similares. Por ejemplo, el caso el de la senadora indígena Lidia Thorpe, que ya se había negado a pronunciar un juramento tradicional en 2022.

Katter ya había expresado anteriormente su malestar por tener que rendir pleitesía a un monarca extranjero. Su negativa no detuvo la ceremonia, pero el mensaje fue potente: la lealtad, para algunos, ya no está con la Corona.

Una rebelión institucional que inquieta a Guillermo

La reacción del príncipe Guillermo no se ha hecho esperar. Como futuro rey, es plenamente consciente del papel que los países de la Commonwealth desempeñan en la solidez de la Corona. Este tipo de actos, aunque puntuales, afectan directamente a la autoridad simbólica que su familia representa.

Fuentes próximas al heredero aseguran que está "muy atento" a cómo evoluciona el debate sobre la figura del monarca en países como Australia. Para él, cada acto de insubordinación pública supone una amenaza a su futuro reinado y al legado que heredará de su padre.

Además, Guillermo estaría presionando para que desde el palacio de Buckingham se aborde la cuestión con diplomacia, pero sin subestimar su gravedad. La monarquía, como él mismo ha dicho en otras ocasiones, necesita mantenerse conectada con el sentir de los pueblos.

Un grupo de personas posando en un entorno elegante con alfombra roja y paredes decoradas.
El príncipe Guillermo observa preocupado la creciente oposición a la Corona en países como Australia | Instagram, @princeandprincessofwales

La monarquía en alerta ante el desafío silencioso

El gesto de rechazo a la lealtad al rey Carlos ha encendido todas las alarmas en el Palacio de Buckingham. Más allá del impacto inmediato, preocupa que esta actitud pueda motivar movimientos similares en otros países de la Commonwealth. Poco a poco, esto podría ir minando la autoridad de la Corona.

Los asesores de Carlos III trabajan en nuevas estrategias para acercarse a las generaciones más jóvenes. Entienden que sin adaptarse, la institución podría perder importancia y apoyo popular. Para ello, se contempla reforzar el diálogo con líderes locales y promover iniciativas que acerquen la figura del monarca a las preocupaciones sociales actuales.

A su vez, el entorno real analiza con cautela cómo mantener el equilibrio entre la tradición y la modernidad, un reto que ahora se ha hecho más evidente. La institución sabe que la estabilidad futura dependerá en gran parte de cómo responda a estas señales de disconformidad dentro de la Commonwealth.