La reina Sofía ha mantenido siempre un perfil discreto en lo referente a su vida privada. Sin embargo, la vitalidad de doña Sofía, incluso a su avanzada edad, ha despertado la curiosidad de seguidores y especialistas. Su energía constante, unida a una vida activa, genera la sensación de que detrás hay una disciplina cuidada.
Ahora, ha salido a la luz un aspecto de su dieta que ayuda a comprender mejor parte de ese estilo de vida saludable. Esta información coincide con lo que dijo en su día el rey emérito, que siempre destacó la alimentación saludable de la reina Sofía.

Una dieta marcada por la salud y la prevención
La reina Sofía tomó conciencia de la importancia de la alimentación en su juventud, especialmente tras el fallecimiento de su padre. Aquel acontecimiento la llevó a replantearse sus hábitos y a optar por una dieta más restrictiva y cuidada. Con el tiempo, su elección ha sido la de convertirse en flexivegetariana.
Este estilo alimenticio excluye por completo el alcohol y los productos ultraprocesados. En su lugar, la emérita ha apostado por un alto consumo de frutas, verduras y pescado. Su objetivo ha sido siempre proteger su salud y mantener un equilibrio que le permitiera afrontar la vida pública con energía.
A lo largo de los años, sus elecciones alimenticias han reforzado la imagen de una reina sobria y disciplinada. Su coherencia ha llamado la atención de médicos y nutricionistas, que destacan la consistencia de su dieta con las recomendaciones científicas actuales.

El alimento que Sofía evita a toda costa
La clave de esta revelación se centra en un producto concreto: la carne roja. Según fuentes cercanas, la emérita evita su consumo siempre que puede, consciente de los riesgos que implica en exceso. Las razones no son solo médicas, sino también personales, vinculadas a la experiencia familiar que marcó su juventud.
Expertos en nutrición destacan que el consumo excesivo de carne roja está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. La presencia de grasas saturadas, colesterol y hierro hemo favorece el estrés oxidativo y la inflamación. Además, distintos organismos han señalado su posible relación con el cáncer colorrectal.
La reina Sofía ha preferido, por ello, mantener una dieta en la que las proteínas provienen principalmente de pescado y legumbres. De esta manera, ha construido un equilibrio entre salud y tradición mediterránea. Para muchos, esa decisión confirma las sospechas del rey Juan Carlos sobre el estricto cuidado alimenticio de su esposa.

Un estilo de vida marcado por la disciplina de Sofía
La reina emérita ha convertido la alimentación en un pilar fundamental de su vida. Su decisión de evitar ciertos alimentos responde tanto a motivos de salud como a experiencias personales. Su constancia no solo se refleja en su dieta, sino también en sus rutinas cotidianas.
Para muchos, la disciplina de la reina Sofía es un ejemplo de autocuidado. Su capacidad de mantener un estilo de vida saludable la ha convertido en una figura admirada también por su fuerza y constancia. De esta manera, la emérita proyecta un legado que trasciende más allá de su papel institucional.

