El sector del automóvil atraviesa una etapa complicada, con muchos cambios que afectan tanto a las empresas como a los consumidores. La crisis actual ha provocado que comprar un coche totalmente nuevo sea cada vez más difícil para las familias. Esta situación está provocando movimientos importantes dentro de la industria, que afectan directamente al empleo.
Una de las marcas más reconocidas a nivel mundial ha anunciado una reducción significativa de su plantilla y el cierre de varias fábricas. La empresa japonesa Nissan, con casi un siglo de historia y una fuerte presencia en España, confirmó que despedirá a 20.000 trabajadores en todo el mundo antes del próximo 2027.

La crisis del sector automovilístico y su impacto en Nissan
La industria no vive solo una desaceleración por la falta de demanda, sino que también sufre las consecuencias del aumento de los costes de producción. Los precios de los coches nuevos se han disparado, y muchos consumidores prefieren recurrir a vehículos de segunda mano para evitar estos gastos. Por si fuera poco, la tecnología cada vez más compleja y las normativas medioambientales hacen que los vehículos sean menos duraderos.
En este contexto, Nissan no ha podido mantener el ritmo frente a fabricantes chinos que ofrecen modelos más económicos y adaptados a las nuevas circunstancias. En España, la marca cerró en 2021 sus tres grandes centros de producción en Barcelona, como parte de una estrategia global para recortar gastos y enfocarse en mercados más rentables. Estos cierres supusieron un duro golpe para el sector industrial y para los trabajadores locales.
Los resultados económicos recientes tampoco han sido favorables para la compañía. Durante el ejercicio fiscal de 2024, Nissan registró pérdidas netas de más de 4.000 millones de euros. Estas pérdidas se deben a la depreciación de activos y al aumento de los costes, lo que ha intensificado la necesidad de reestructurar.

Planes de reestructuración y futuro incierto para las fábricas en España
La empresa posee 133.500 trabajadores, por lo que esta reducción supone el 15 % de la plantilla global, revelan en Mundo Deportivo. La reestructuración incluye el cierre de siete plantas fuera de China, de un total de 17 fábricas en todo el mundo. En un intento por mejorar su situación financiera, Nissan intentó una alianza estratégica con Honda, pero las negociaciones no prosperaron por desacuerdos en el control de la fusión.
En España, la compañía mantiene dos fábricas, ubicadas en Cantabria y Ávila, cuya continuidad está en duda debido a estos recortes globales. Los comités de empresa locales han expresado su preocupación ante la falta de información oficial sobre posibles despidos.
La situación actual demuestra cómo una empresa histórica y con mucha tradición en la industria automovilística debe enfrentarse a modificaciones para adaptarse a un mercado global cada vez más complejo. Nissan, como otras grandes marcas, se ve obligada a tomar decisiones drásticas que afectarán a miles de familias en el mundo, marcando un antes y un después en la industria.