El sector minorista en Estados Unidos sigue atravesando importantes cambios tras la pandemia. Las grandes cadenas de farmacias están revisando su red de tiendas debido a la crisis económica y la feroz competencia del mercado. Estos ajustes están afectando a miles de tiendas en todo el país.
Una de las empresas más afectadas es CVS, la cual anunció que cerrará 271 tiendas este año para ajustar su presencia y reducir pérdidas. Pero no es la única: Rite Aid, otra cadena líder, lleva meses anunciando cierres masivos tras declararse en bancarrota. En 2025, Rite Aid planea cerrar 118 tiendas más, sumando casi mil cierres desde 2023.

El impacto económico y la feroz competencia
Con la pandemia superada, las cadenas de farmacias enfrentan una situación económica compleja. La inflación, el aumento de salarios y el encarecimiento de los productos han elevado los costos operativos. Además, el incremento de robos en tiendas es un problema que agrava la situación financiera de muchas compañías.
La competencia es cada vez más dura. Grandes minoristas como Walmart, Target y Costco han ganado terreno en el sector farmacéutico. A esto se suma el auge de proveedores en línea como Amazon y CostPlus Drug Company, propiedad de Mark Cuban, que ofrecen medicamentos a precios competitivos y con gran comodidad.
CVS, con cerca de 9,900 tiendas antes de la pandemia, comenzó en 2021 un plan de cierre que ya ha eliminado unas 900 tiendas entre 2021 y 2024, según The Street. Este año, la compañía confirmó que cerrará 271 locales adicionales para mejorar su rentabilidad. CVS toma en cuenta factores como la densidad de tiendas, las necesidades de la comunidad y los cambios demográficos para decidir qué sucursales cerrar.

Rite Aid: una reducción casi total
Rite Aid ha sufrido la mayor transformación. En octubre de 2023 se acogió a la protección por bancarrota y desde entonces ha cerrado aproximadamente 800 tiendas. En mayo de 2025, volvió a declararse en bancarrota y anunció la próxima clausura de 118 locales adicionales.
Los cierres de Rite Aid se concentran en 11 estados, destacando California con 40 tiendas, Pensilvania con 30 y Nueva York con 20. En total, la empresa planea cerrar alrededor de 1,240 tiendas, lo que implica una reducción casi total de su red física.

Este proceso tiene un impacto importante en el acceso a servicios farmacéuticos para muchas comunidades. Sin embargo, la compañía ha intentado minimizar las consecuencias al analizar el mercado local y garantizar que existan otros puntos de acceso en las áreas que han sido más afectadas.
El cierre masivo de tiendas en estas cadenas refleja la transformación profunda del sector minorista farmacéutico en Estados Unidos. Entre ajustes de costos, competencia intensa y nuevos hábitos de consumo, el mapa de farmacias está cambiando para siempre.